Nacho Vegas, chaval o caballero

Seré muy breve, te quiero, y esto duele
Nos reencontramos con Nachín, apelativo cariñoso que al parecer le aplican en Gijón a Nacho Vegas sus más allegados.
El subtítulo de esta entrada es referente a la que seguramente sea su canción más exitosa, "El hombre que casi conoció a Michi Panero", aunque para mí no es de las mejores, pero su estribillo canta su mítico:
unos me llaman chaval, otros me dicen caballero, algunos no se han querido pronunciar
foto de Michi Panero
Foto de Michi Panero

Es una canción inspirada en la figura de Michi Panero, hermano del poeta Leopoldo María, e hijo por tanto del poeta Leopoldo Panero, un poeta afín al régimen. La figura de Michi es la de un diletante que se dedicó a moverse entre círculos culturales sin ser realmente nada más que un apellido. Muchos de nosotros lo descubrimos gracias a la película de Jaime Chavarri El desencanto. Cuenta Nacho que una vez estuvieron a punto de presentárselo, pero le dijeron que tenía muy mal genio y que no le gustaba conocer gente, por lo que se echó atrás; unos meses después leyó en prensa su obituario; de esta anecdotilla proviene la canción más famosa de este chaval o caballero asturiano.
La entrada anterior que le dedicamos, El hombre que vino del norte, fue un poco introductoria, presentamos unos rápidos esbozos sobre su obra y su temática, que abarca muchos ámbitos, siempre de índole bastante personal, aunque las drogas y el alcóhol siempre son elementos recurrentes, tal vez no sean siempre los elementos centrales, pero si que aparecen con frecuencia, son elementos capaces de arruinar una relación, de destruir un mundo, pero sin que de esa destrucción se vuelva a crear otro nuevo, como bien se indicaba en Demian, la famosa novela de Hesse: Aquel que quiere nacer tiene que destruir un mundo.
Foto de Nacho Vegas fumando
De alguna manera las drogas son elementos de tortura que te hacen peor persona, y es bien sabido que Nacho ha tenido problemas con las adicciones, por lo que esos problemas han quedado plasmados en muchas de sus letras, quizás como una vía de escape o expiación, mezclados casi siempre con elementos de su ciudad natal, Gijón. En general, muchas canciones suyas son de corte pesimista, pero a partir de su disco La zona sucia empieza a cambiar esta dinámica.
También suele ser frecuente encontrar algún tema que hable de sus recuerdos infantiles y de las leyendas que se cuentan a los niños, pues Asturias es un lugar muy especial para eso, tiene un folclore propio riquísimo, y al igual que las meigas gallegas, Asturias también tiene sus brujillas y sus hadas; esta parte queda mejor expuesta en un proyecto paralelo titulado Lucas XV, dedicado en su integridad al folclore asturiano. Y estos son los dos temas que trataremos en esta segunda entrada dedicada al compositor asturiano, la tercera la enfocaremos más en su última etapa con letras más políticas y sociales.
Hemos comenzado esta entrada con una frase lapidaria que refleja muy bien lo hemos expuesto, del dolor de ver una persona que quieres y a la cual estás haciendo daño, sin quererlo, pero a su vez, siendo consciente de ello.
Seré muy breve, te quiero, y esto duele
Esta frase pertenece a su canción "Ocho y medio" extraída de su tercer disco de estudio.

Ocho y medio

Miro al techo que hoy ha vuelto a gotear,
hacía tiempo que no llovía así.
Y cada gota golpeando contra los cacharros de metal
me hace pensar unas veces en sangre y otras veces en ti.
Lo que en realidad viene a ser lo mismo.
Lo que, por crueldad, ahora viene a dar igual.
O puede ser un ángel que una vez perdió la fe y fue expulsado,
y que ha venido a agonizar justo encima de mi hogar y estas gotas sean sus lágrimas.
O puede que sea hora de entrar ya en razón
y llegar a comprender que dentro de este horror no hay literatura, no,
y eso tú lo sabes bien a fuerza de caer una y otra vez
en una trampa mortal que en el tiempo dura ya ocho años y medio.
Seré muy breve: te quiero, y esto duele.

Y vino un pájaro a posarse en mi ventana.
Tenía un ala rota y su plumaje era gris y azul.
Y al acercar mi mano y comprobar que no, no echaba a volar
supe de inmediato que lo enviabas tú.
Lo tomé entre mis garras y lo dejé morir,
y cuando lo hizo aún llovía aquí.
Y la sangre al gotear entre zarpas de animal presagió mi suerte,
como una ave que voló de Madrid hacia Gijón aun herida de muerte,
reescribiendo la espiral de prometer hacerlo bien,
de cometer un nuevo error, de no saber pedir perdón o pedirlo demasiadas veces.
Y aunque ahora escupo una oración helado de terror ningún dios responde aún.
¿Soy yo el que no ve o es que todavía no se hizo la luz?
Seré muy breve: te extraño, y esto duele.

Trato de encontrar una salida
pero no recuerdo ni por dónde hemos entrado aquí.
Y contemplo junto a mí el cadáver del que fui,
según tú, en una ocasión,
y es la mancha de humedad la de la herida mortal impregnada en el colchón,
y ahora que te oigo llorar en lugar de ir hacia ti
me vuelvo a anestesiar y me limito a subir el volumen del televisor,
o me concentro en recordar, para no pensar en ti,
que tendría que llamar y que alguien venga a reparar la gotera de una puta vez,
que ya cansé de recoger litros de agua gris, gris como un metal
que un día relució y que ahora es suciedad.
¿Qué se hace para amar lo que quise despreciar ya una y mil veces?
Seré muy breve: te he perdido, y esto duele.

Vemos como esta letra es muy Dylaniana, aunque creo que Dylan nunca ha sido tan personal en sus letras, nunca se ha desnudado de la manera que lo hace Nacho. Vemos que la canción es un grito desesperado por intentar escapar de la espiral destructiva en la que se encuentra la relación con su chica, metaforizada en forma de gotera, el autor se da cuenta de que o escapa o muere, y esto lo metaforiza a su vez el pájaro: “Lo tomé entre mis garras y lo dejé morir” que no deja de ser él mismo, ves que pedir perdón ya no es suficiente, pues has cometido el mismo error demasiadas veces y por tanto son ya demasiados perdones, o lo que es peor, el orgullo te impide reconocer el error y no eres capaz de pedir perdón, piensas que tienes que arreglar la gotera de la pared que es por donde se escapa el agua, la relación, y tu vida, sin embargo nos encontramos con este final:
y ahora que te oigo llorar en lugar de ir hacia ti
me vuelvo a anestesiar y me limito a subir el volumen del televisor,
o me concentro en recordar, para no pensar en ti,
que tendría que llamar y que alguien venga a reparar la gotera de una puta vez
Huyo del problema, "me anestesio", es decir, recurro a la droga, que es el daño que estoy causando a mi pareja, y aunque pienso en arreglar la gotera (dejar la droga definitivamente y encauzar la relación), no tengo la voluntad de repararla yo mismo y pienso en llamar a alguien, busco un tercero que solucione mis problemas sin necesidad de implicarme personalmente en ellos, lo que desemboca en un inevitable:
te he perdido, y esto duele
Para relajar un poco, pasaremos ahora a hablar de las canciones relacionadas con los recuerdos de la infancia, con esa verde Asturias llena de embrujo y tradiciones. para este tema he seleccionado la canción "Lo que comen las brujas"

Lo que comen las brujas

[…]
Ese que esta justo allí
con un viejo disfraz de esqueleto
y se queda muy quieto y te dice que sí,
que está muerto y que ha vuelto a por ti,
a por ti, a por ti,
a por tu alma, a por tu corazón.
Y tú le dices que no, que aún no te respondió
cuántas cosas secretas te caben en una canción.

La niña pregunta: mamá,
¿qué es lo que comen las brujas?
Ella le responderá, seria pero con dulzura,
leche, galletas y a ti,
leche, galletas y a ti corazón mío,
a ti, a ti, anoche vi
que una hambrienta se aproxima aquí,
creo que viene a por ti,
que lo que comen son
leche, galletas y a ti corazón.
[…]

Esto es solo un trocito, como se ve, se trata de una canción infantil que las madres pueden cantar a sus hijos, en ella se utilizan elementos fantásticos como las brujas, unas brujas que comen niños, pero los niños no se van a dejar llevar. Las leyendas cuentan que se reunían los sábados, por aquello del sabbat en el aquelarre para bailar desnudas alrededor del fuego festejando las maldades que habían realizado durante la semana: una de sus especialidades era el mal de ojo. Cabe decir que aquelarre es un vocablo vasco (Aker=castrón y Larre=campo) y que en Asturias como tal no existe este término, aunque con el tiempo se ha adaptado al castellano convirtiéndose en una palabra más. Para protegerse de las brujas existían los conjuros, un conjuro casi por cada mal que una bruja era capaz de provocarte. Pero aquí no estamos para hablar de mitología asturiana, si os pica la curiosidad os dejo un link para que leáis un poquito más sobre el tema, pero eso sí, tenéis que prometer que antes leeréis el resto de entrada Leyendes asturianes.
Sobre la letra, pues no tiene nada especial, pero las brujas son parte inherente de los cuentos, y bueno, al ser parte importante de la literatura, pues por extensión las metes en la poesía.

Y ahora llega uno de los momentos más difíciles para mí, sólo quiero poner tres letras, y tengo que decidir entre "Crujidos" o "Morir o matar" y a ambas les tengo un cariño muy especial, sobre todo a la última. Tras una violentísima lucha interna decido que me quedo con "Morir o matar", pues también musicalmente es algo diferente, tiene más cambios de ritmo, en concreto tres, y es un poco el Nacho Vegas más duro, las guitaras están más presentes. Ambas canciones pertenecen a su disco El manifiesto desastre, y ambas son canciones similares y oscuras en cuanto a temática, quizás "Crujidos" sea algo más positiva, pues muestra la voluntad escapar de su propia condena, aunque al final lo estropee.

Morir o matar

Te sentaste justo al borde del sofá
como si algo allí te fuera a morder.
Dijiste: "Hay cosas que tenemos que aprender,
yo a mentir y tú a decirme la verdad,
yo a ser fuerte y tú a mostrar debilidad,
"tú a morir y yo a matar."

Y después se hizo el silencio y el silencio fue a parar
a una especie de pesada y repartida soledad,
y la soledad dio paso a un terror que hacia el final
nos mostró un mundo del que ninguno quisimos hablar.

Y así eran nuestras noches y así era nuestro amor,
comenzaba en el silencio, continuaba en el terror,
y otra vez de allí al silencio. Dime, ¿para qué hablar
de lo que pudo haber sido y de lo que jamás será,
tratando de adivinar qué fue eso que hicimos tan mal?,
si, en fin, se trata de morir o de matar.

Así que, si aún andas por aquí,
y alguien vuelve a prometerte amor,
con dinero, encanto y alguna canción,
por favor, prepárate para huir.
Vete lejos y limítate a observar
esta escena tan vulgar.

Conoció a unas cien mujeres y a cincuenta enamoró,
conoció a otros tantos hombres y con tantos se acostó,
y fundió todo el dinero y la gente se cansó
de escuchar noche tras noche la misma triste canción.

Y ahora ve que el universo es un lugar vacío y cruel,
cuando no hay nada mayor que su necesidad en él.
Y encendiendo un cigarrillo se comienza a torturar
y habrá cerca alguien gritándole "hágase tu voluntad"
y el "la culpa sólo en parte es mía y en parte lo es de los demás".
De lo que se trata es de morir o de matar, de morir o matar.

Fue aquella gitana que nos leyó el porvenir,
dijo "uno es el asesino y el otro el que va a morir".
Y salimos de allí y me mirarte asustada y el miedo sonó en tu voz:
"antes de que tú me mates, prefiero matarme yo".

Y emprendiste así tu huida y yo corrí a mi habitación
y mezclé en una cuchara el polvo blanco y el marrón.
Y con la sangre aún resbalando te llamé desde ese hotel:
"Por favor, entiende que algo no funciona en mí muy bien".
Y al otro lado te oí llorar y yo seguí y no colgué,
y me suplicaste: "Déjame de una vez, déjame de una vez".

Y tus párpados cayendo se me antojan guillotinas,
y te observaré durmiendo y me pondré a susurrar:
"nuestras almas no conocen el reposo vida mía,
pero si hay algo que es cierto es que
te quiero un mundo entero con su belleza y su fealdad.
¿Por qué no puedes aceptar que esto no se trata más
que, amor mío, de morir o de matar, de morir o matar?"

Moriré, moriré, moriré ...
moriré, moriré y es lo único que sé.
Moriré, moriré…
moriré y cuando lo haga al fin ya nada va a impedirme descansar
y así obtendré la santa paz que en vida no gocé jamás,
pues hasta morir la única opción siempre es matar, siempre matar.

La canción es parte real y parte ficticia, cual es cual, no lo sé, pero dentro de lo que ya hemos comentado de que las drogas y las parejas no casan bien, también nos muestra un poco la soledad del cantante, el ídolo con pies de barro, nos muestra la figura del patito guapo, un antagonismo del famoso patito feo, aquí la belleza es meramente exterior, pero dentro se arrastran mil infiernos. Estos versos son bastante ilustrativos.
Así que, si aún andas por aquí,
y alguien vuelve a prometerte amor,
con dinero, encanto y alguna canción,
por favor, prepárate para huir.
Vete lejos y limítate a observar
esta escena tan vulgar.

En cierta forma me recuerda al "Creep" de Radiohead, una canción en la que Thom Yorke se desnuda y se confiesa ante todo el mundo, es un tema de amor, pero es un amor imposible y destructivo.
I’m a creep, I’m a weirdo, what’s the hell I’m doing here, I don’t belong here Soy repugnante, soy un bicho raro, que cojones estoy haciendo aquí, yo no pertenezco a este lugar Quizás sea normal que unas letras tan intensas emocionalmente no las cante en directo, hace varios siglos de Radiohead no toca este tema en directo y Thom ha jurado y perjurado que nunca la volverá a tocar. Con Nacho no creo que sea tan radical, pero si es posible que haya similitudes, de todas formas, cada vez toca menos de esta etapa y se centra más en sus últimos discos que veremos en la tercera y ¿última? entrada dedicada a este caballero llamado Nacho Vegas.
Pues hasta aquí la entrada, ha sido larga porque son canciones largas con mucha letra, pero lo bueno es que hayáis visto los vídeos.
La tercera parte está disponible en el siguiente enlace Nacho Vegas, un populista liberal.

2 comentarios:

  1. Muy buena entrada. Leí tu comentario en youtube y me acerqué por aquí. En cuanto a quién va dirigida "ocho y medio" creo que es a su padre o a algún familiar. Si te das cuenta en "El ángel Simón" (reconocida dedicatoria a su padre) aparecen los siguientes versos:

    "Y ahora no sé por qué
    Viene a mi mente el colchón
    Que tuvimos que bajar Javi y yo a la basura
    Sin poder dejar de mirar esa mancha oscura
    Que allí nos dejaste como herencia y recuerdo
    Antes de partir en tu último viaje
    Probablemente al infierno"

    Ese mismo colchón debe ser el de " la mancha de humedad".

    Supongo que ya habrás leído su libro "Políticas de hechos consumados" donde hay un relato que profundiza más en la historia.

    Pero bueno como dicen algunos también es bonito que la gente se adueñe de las canciones y le de un sentido propio.

    Gracias por la entrada y por tu trabajo







































































































































































































































































































































































































































    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Anónimo, tengo el blog empantado desde hace mesesque se me estropeó el portatil, y como el sobremesa me agobia un poco y le faltaba RAM, pues no he vuelto a publicar nada más, pero ahora en febrero lo retomaré de nuevo, que ya habré recupero el disco duro y la información.
      No he leído el libro, me cuesta leer cosas que no pueda sacar de la biblioteca, más que nada porque implica compra, pero lo tendré en cuenta para algún autoregalo.

      Eliminar

Compárteme, utilízame, soy tuyo.

Suscríbete y recibe un super regalo gratis.

* indicates required