Lou Reed, el fin del sueño americano

Alcantarillas de Nueva York

En homenaje a Lou Reed, el reptil de cuero negro.
Reptiles de cuero se hacinan en las alcantarillas,
la lluvia moja el humo de la ciudad sin sol,
enferma de hombres que la gangrenan;
parásitos que corren veloces a ninguna parte,
bañados por sueños químicos de una realidad deforme.
No me hables de Dios, ni de gurús, ni de profetas,
muéstrame la luz del caos que nos amamanta,
enséñame sus flácidos pechos grises y escuálidos.
Háblame de sexo, de putas, de crack,
háblame de todas las fiestas del mañana.
Déjame ver que hay detrás del New York Times,
quiero ver a la perfecta madre y esposa colgada de prozac
mientras su adorable marido folla con su secretaria treinta años más joven;
déjame que los vea con elegantes vestidos yendo a misa de domingo.

Cuando la ciudad duerme, las ratas siguen despiertas;
el proxeneta aguarda en la esquina al camello para comprar su dosis,
y en la otra acera un predicador grita el fin del mundo
como castigo del dios vengador por los pecados de los hombres.

¿Dónde está el sueño americano?
¿Dónde están las flores en el pelo?

Quizás viajen en el último vagón del metro de una madrugada sin rostro,
durmiendo con indigentes, compartiendo un brick de vino.
En la calle hace frío, y una lluvia de cenizas ardientes va cayendo sobre el alquitrán,
diluyendo la utópica esperanza redentora del futuro mejor
que se evapora apenas oler el suelo.
Cubriré mis ojos con oscuras gafas de sol y vestiré con el negro de los condenados,
bajaré al calor de las alcantarillas humeantes donde habitan los otros como yo,
y arrancaré al mundo las temidas verdades que los locos y los malditos
dejaron escritas sobre las pútridas calles de Nueva York.
Foto de Lou Reed vestido de cuero y gafas de sol, acompañado por Nico
Lou Reed y Nico

Y para terminar este homenaje a Lou Reed ponemos un vídeo con uno de mis dos temas favoritos del inmortal disco The Velvet Underground & Nico, se trata del All tomorrow's parties, en dura pugna con el Venus in furs, pero no sabría decidir cual me gusta más, el violín de la Venus me mata, le da ese toque esquizofrénico, sórdido y oscuro que tan bien le queda, pero las fiestas son terriblemente bellas y tristes.

Y esto es todo, si os ha gustado podéis acceder a los otros dos poemas que he escrito a Billie Holiday y al gran Leoenard Cohen.

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Bueno María, pues de nada.

      Pero las gracias debería dártelas yo por pasar por e lblog y leerme, así que...

      Muchas gracias a ti María.

      Eliminar
  2. Mejor leerlo pinchando antes en el video para escuchar la música, porque el poema cobra otra (su verdadera) dimensión. Cuando la ciudad duerme, las ratas siguen despiertas, muy bueno.

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    Respuestas
    1. Sobre todo si no conoces bien a la banda, pues un verso alude directamente a esta canción.
      Gracias por pasarte, por ver el vídeo y por comentar.
      Un placer.

      Saludos etílicos.

      Eliminar

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