GIL DE BIEDMA, el cónsul de Sodoma

No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Jaime Gil de Biedma (Poemas póstumos, 1968)
En esta entrada vamos a hablar de cine y poesía, por eso hemos empezado con uno de los poemas bandera, sí no el que más, de Jaime Gil de Biedma, porque precisamente va a ser el autor que nos ocupa en relación a la película que se realizó sobre su persona, en el 2009, a cargo de Sigfrid Monleón, y titula El cónsul de Sodoma.
Jordi Mollà caracterizado como jaime Gil de Biedma en la película El cónsul de Sodoma
Jordi Mollà como Jaime Gil de Biedma
Pero esto no va a ser una reseña sobre la película, pero si hay que decir que la peli es como mucho pasable, dudo que pudiera llegar a ser interesante, vamos un aprobado raspado y gracias a Jordi Mollà, pues Jordi hace una actuación para quitarse el sombrero, y no era fácil pues el personaje, aunque tiene mucho juego, quizás no estuviese demasiado bien construido. Lo que es seguro es que la historia da vergüenza ajena en muchos momentos, pues se centran en exceso en la vida bohemia y bisexualidad del poeta, quizás dando una imagen demasiado libertina, sus andaduras entre chaperos y amores de pago, fiestas, y demás ambientes nocturnos, pero no ahonda tanto en las contradicciones internas del poeta, y son muchos los allegados que han criticado este aspecto, entre ellos el mismo Juan Marsé, amigo del escritor que aparece como personaje, que lo más bonito que dice de la peli es que es inverosímil, aunque también cuenta con algún defensor como el poeta Luis Antonio de Villena.
Recordemos que Gil de Biedma creció en el seno de una familia burguesa acomodada, lo que le permitió estudiar letras y labrarse un nombre como erudito y ensayista de numerosos escritores. Pero el problema era que el se sentía afín al partido comunista y era un activo defensor de los derechos de los trabajadores, lo cual contrastaba con su posición privilegiada de la que renegaba, pero que en su fuero interno sabía que le debía todo lo que era ahora. Antes hemos nombrado su bisexualidad y su disyuntiva entre el amor puro e idílico, la fiel compañera que este a tu lado viendo pasar los días y envejezca contigo o la esplendorosa carne joven, dura y prieta, pero cada vez más inaccesible con el paso de los años, por lo que se ve obligado a comprar los servicios. Y es esta parte la que abusa la cinta, diálogos no muy trascendentes, y bastante sexo, creando un pastiche pseudo erótico con poemas y reflexiones en off que deja mucho que desear.
Imagen de Jaime Gil de Biedma
Imagen del poeta Jaime Gil de Biedma
Pese a todos los contras, también tiene pros, como Jordi Molla que consigue hacer que te creas al poeta con su interpretación, destacando sobremanera por encima de los otros actores de reparto.
Este hecho me hizo pensar en la cantidad de películas que se salvan por una interpretación, aunque siempre regreso a la misma, como algo indisoluble en mi interior, al Joker de Batman en El caballero oscuro. Esto que voy a decir seguramente herirá alguna sensibilidad, pero la película me parece flojita, y que lo que la convierte en un buen, o gran, film de superhéroes es, únicamente, Heath Ledger con su Joker perverso y psicopático, el resto es vulgar, Christian Bale nunca me ha parecido un buen Batman (igual es nostalgia treintañera pero Michael Keaton me gustó más, aunque los guiones…ejem…), y bueno, podemos aceptar a Dos Caras, pero tampoco es nada especial, es bueno y correcto. Y el ejemplo está en la primera parte de la saga, donde los personajes son muy flojitos, y el guión un poco infantil, entonces, siendo el mismo Batman, mismo director, no se la recuerda tanto, ya que Liam Neson tampoco era un gran personaje.
En cualquier caso, obviamente Batman está mejor hecha, y sin Joker, seguiría siendo interesante, con El cónsul de Sodoma ocurre que sólo es visible gracias al trabajo de Jordi Mollà, que sin el sería algo infumable. La película te deja la sensación de ser una mala película, pero a la vez te inocula las ganas de adentrarte más en la vida y obra del poeta barcelonés, y eso ya es algo a tener en cuenta, pues obra es su vida, escribía sobre su realidad, no inventaba nada.

¿Y vosotros, conocéis algún personaje capaz de salvar una película entera? Puedes comentarlo aquí. Y si quieres leer más sobre personajes peculiares te recomiendo revises mis entradas dedicadas a los Secundarios marginales

2 comentarios:

  1. Una entrada estupenda, Poeta. La verdad es que incluso hablando "mal" de la peli consigues que den ganas de verla jajajajaja. Jordi Mollá me encanta, y me parece que como actor está adquiriendo una madurez esplédida. No me extraña que sea capaz de salvar una cinta por sí solo :)

    Un abrazo, es un placer leerte!! :)

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    Respuestas
    1. Pues muchas gracias, no estaba seguro de hablar de algo para hacerlo mal, pero siempre es bueno que haya opiniones por si a alguien le pueden servir de referencia. Lo cierto es que el rollito ese de recitar de vez en cuando, el ver la actuación de Jordi, y ese rollo de poesía pues siempre hace gracia, me pasa parecido con las pelis sobre música, aun siendo malas siempre tienen su puntillo, bueno, excepto la de los Doors.

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