Nacho Vegas, canciones del norte.

Un poema puede ser cantado y una canción, poesía.
J. M. Serrat
Ni son ni tienen por qué ser poemas. Un poema puede funcionar bien como letra de canción, y una letra de canción puede tener altos valores poéticos; pero no son lo mismo.
Opinión vertida en un foro cultural de América latina por un participante del mismo.
Esta vez traigo a Nacho Vegas, por lo que seguimos en el norte. Gijonés de pro, aunque defina Gijón como la ciudad más triste del mundo; icono indie, cantautor atormentado etiquetado de maldito y reconvertido recientemente, a una especie de profeta defensor de las libertades. Bueno, tanto no, pero si que ha iniciado una vertiente más protestona de lo que era habitual en él, pese al descontento de muchos entre los que no me incluyo (a mí las canciones me gustan), alejándose al mismo tiempo de esa deriva de autoflagelación que son sus canciones, en las que suele hablar de relaciones de amor dramáticas y tortuosas, en gran medida por culpa de sus adicciones a drogas diversas de las que ya parece estar recuperado. Pero siendo justos, también suele haber lugar para los recuerdos de la infancia que no tienen porque ser negativos.
Foto de Nacho Vegas en tiempos de su primer disco Canciones inexplicables
Para este post, que también tendrá varias partes, una o dos más, pero más distanciadas en el tiempo, no cogeré extractos como con Los Suaves, pues es mucho trabajo y aquí no queda del todo bien, pues las letras de Nacho son para apreciarlas en toda su magnitud, están llenas de poesía, no en vano fue estudiante de filología inglesa y española. Aunque tiene pildorazos como su famoso te quiero, y eso duele pero ésa es otra canción que no aparecerá hoy. Comenzamos este recorrido por un tema de su primer álbum que puede que incluso los seguidores habituales no tengan tan controlado. Al norte del norte es una canción que nos lleva, sí o sí, al primer Leonard Cohen, es un tema estilo epistolar, no habla de cartas de forma directa, pero sí da esa impresión. Guitarra acústica con pocos acordes y una historia de disculpa a la persona que amaste por los errores cometidos y el daño causado. Este estilo de canciones será algo habitual en discos posteriores, y veremos algún otro ejemplo cuando vuelva a retomar a Nacho. Canciones en las que admites tu culpa, te disculpas, pides perdón, comentas que la echas de menos, pero nunca pides otra oportunidad porque en el fondo sabes que volverás a hacerle daño, aunque ésa no sea tu intención.
El vídeo es una demo, pero es muy similar al disco, y al menos tiene fotos que cambian. El tratamiento de la voz y la guitarra, hacen recordar mucho al Cohen primerizo, también a Dylan, pero para mí más al primero. Sin entender mucho de grabaciones, me da que han capado algunas frecuencias agudas para oscurecer el sonido un pelín, porque otras canciones del disco el sonido es más claro y suena más natural, ésta no.
Si algo es triste, deprimente, melancólico y sombrío, Nacho Vegas puede hacerlo mil veces más...

Pasamos de su primer disco, a su primer disco con nueva discográfica, una que él mismo creó para probar nuevas experiencias. Esta vez es una canción corta, duración estándar, y un poco más movida que la anterior, una melodía saltarina que te va llevando por la belleza y crudeza de la canción. Con una letra de reflexión sobre el amor y su posible futura ausencia, enlazando así con el tema que hemos comentado antes de consciencia de los errores.
Bajo el vídeo la letra. Rima asonante con estructura ABBA, cambiando la rima en el estribillo hacia CCDDEE con un verso libre al inicio. La métrica es más o menos libre con mayoría de octosílabos. Estos pequeños tecnicismos son los que hacen que notemos ese ritmillo saltarín que he mencionado antes, y dan buena fe de la calidad compositiva de este autor.

Cuando te canses de mí

Te diré, entre tú y yo,
que me dan miedo las tormentas,
que ahora sé que una se acerca
y que en el cielo hubo un temblor.

Y solo pienso en escapar,
esto se ha puesto muy feo,
tuve un juicio contra reo
y sé que me condenarán.

Desde La Lloca hasta El Musel
te busqué y no te encontraba
y cuando nos vimos las caras
tú me buscabas también.

Y ahora que sigues aquí
cómo no vas a cansarte
si de miércoles a martes
ya estoy harto yo de mí.

Me decías "lo que media
entre tú y tu soledad,
es un trecho que no puedo abarcar".
Yo le preguntaba al cielo
sin disimular el miedo:
¿cómo voy a vivir
cuando te canses de mí?.
Cuando te canses de mí.

Y qué más da si esto es el fin,
yo trato de matar el tiempo
y entretanto lo que el tiempo
intentará es matarme a mí.

Y estas líneas, ya lo ves,
son lo más desesperado
para tenerte a mi lado
que se me ha ocurrido hacer.

Y si me dejas que lo intente
sólo una vez más,
¿me odiarás secretamente
y para siempre jamás?

Que hacen falta, ay amor,
más de dos vidas enteras
para corregir siquiera
el más mínimo error.

Me decías "lo que media
entre tú y tu soledad,
es un trecho que no puedo abarcar".
Yo le preguntaba al cielo
sin disimular mi miedo:
¿cómo voy a vivir
cuando te canses de mí?
Cuando te canses de mí,
¡ay de mí!
Y para terminar, una canción compartida con una de sus ex parejas, Cristina Rosenvinge, quien es, a su vez, musa indie, y cantante más que interesante. No la controlo mucho pero sé que tiene cosas chulas, sobre todo las últimas, de un sentido menos trágico que las primeras. Aunque no podemos obviar su turbio pasado como cantante de un dúo de música adolescente. Esto lo podía ignorar por misericordia, pero es divertido cuando en la canción se utiliza la frase de hago ¡chas!, y aparezco a tu lado que era el estribillo del único éxito que tuvo formándo parte del duo Alex y Cristina. La canción era horriblemente moñas, pero muy pegadiza, y por mucho que te duela le coges cariño.
Foto con Nacho Vegas y Cristina Rosenvinge posando para la promo de su disco 'Un verano fatal'
Pero no nos desviemos, aquí la poesía ya casi no existe, con todo no es una mala letra, ni mucho menos, pero ya es una canción más estándar. La historia es sobre el proceso de seducir a una chica 'peligrosa', en sentido metafórico, una femme fatal, y que alude precisamente a ella, a Cristina, piel pálida y pelo de trigo.
De esta manera vemos un poco también el amor sin esa mira tan tormentosa de las otras dos canciones. Para el próximo, no se bien que haré, pero mientras me lo pienso, os dejo con este gran artista gijonés.

Me he perdido

1 comentario:

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