Rebelión en las ondas

Para esta ocasión me he permitido rescatar del baúl de los recuerdos una crítica, de las varías que tengo por ahí, a una película que este año hará veinticinco añitos, y a la que nadie le rendirá un homenaje, (seguramente porque no se merece tanto, pero bueno). La traigo por la sencilla razón de que a mí me gusta, y creo que es interesante rescatar películas diferentes, olvidadas, pues vivimos tiempos en los que el mercado impone criterios, sea vía palomitas, sea vía Óscars, o Goyas, pero entre medias quedan enterradas un montón de películas que merece la pena rescatar por un motivo u otro.


Rebelión en las ondas


Valoración:

Debo admitir, antes de comenzar realmente con la crítica, que le tengo un cariño especial a este film, y gran parte de ese cariño se lo debo precisamente al tema con el que daba comienzo cada programa el locutor protagonista, cuando yo vi esta película hace un porrón de tiempo, no conocía a Leonard Cohen, pero el tema me fascinó, lo grabé en una casete directamente de la tele y se lo puse a un locutor de radio por teléfono para ver si conocía la canción. Ya con el tiempo adquirí la BSO, por este motivo he tenido que darle un puntito más del que objetivamente creo que se merece. Además, yo también fui en mi adolescencia locutor en una emisora pirata, y eso marca.
Cartel de la película Rebelión en las ondas
Realmente pienso que la historia es interesante, jugar con la idea del poder de los medios de comunicación para "manipular" la mente de las personas (toda opinión puede ser una manipulación en potencia), para denunciar una situación, pero con el añadido diferencial que que el susodicho medio de comunicación no es más que una pequeña emisión pirata. Esto puede suponer un guiño a la libertad informativa que en muchos medios ya no se práctica, al intento de silenciar lo que no quiere ser oído; o simplemente se puede considerar como un pequeño homenaje a la radio y a la magia que desprende. El defecto de la historia es estar enfocada desde un punto de vista de adolescentes, ergo si sometes a un análisis medianamente serio sobre todo lo que llega a suponer el programa de un chico radioaficionado que seguramente no llegará ni a los diez minutos de duración, pues no resulta excesivamente creíble, ya que no parece normal que un locutor pirata que se cuela en las ondas en dos días lo escuche toda la ciudad, tampoco irse al monte a sintonizarlo, ni muchísimo menos recibir preguntas para aconsejar.
Pero ciñéndonos algo más, aunque los dos protagonistas están más o menos bien tratados, creo que les falta un poco de alma precisamente por estar también algo estereotipados; pese a todo se suelen conseguir unos buenos clímax, en parte gracias a una cuidada selección de canciones, o mega himnos del rock, que van desfilando adecuadamente en momentos puntuales de la película. Son los noventa, es cierto que fue un inicio de década algo deprimente para la juventud, la alegría y el desenfreno de los ochenta habían pasado y quedó un: ¿y ahora qué?; fue el inicio del grunge y de esa llamada Generación X. Una historia que se desarrolla entre familias adineradas, con los hijos angustiados ante la incógnita de un futuro desconocido y la presión de complacer a sus padres, de no defraudarles, lo que en la mayoría de los casos les impide vivir su propia vida y disfrutarla, algo que parece bastante habitual en la alta sociedad americana, al menos en lo que a cine respecta; pero todo está demasiado magnificado y no termina de llegar, porque, seguramente, en una situación real no pasaría absolutamente nada.
Esto no es una estúpida película para adolescentes, pero tampoco es precisamente El mensajero del miedo, solamente es un buen entretenimiento rodeado de excelente música al que creo se le podría haber extraído algo más de sustancia.


Para rematar esta entrada creo que era de recibo terminar con ese "Everybody knows" de Leonard Cohen, con el que de algún modo nos permite seguir ligados a la poesía sobre la que he centrado mis últimas publicaciones. Como extra pondremos también una curiosa versión que a la postre es la que aparece en la banda sonora, se trata de un grupo americano llamado Concrete Blonde, pero no conozco más de ellos.

4 comentarios:

  1. Me he visto muchas películas interpretadas por Christian Slater, pero no recuerdo esta, tal vez la haya visto, muy buena reseña poeta.
    Abrazos!!

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    Respuestas
    1. Hola, que alegría verte por aquí, la verdad es que yo la conozco de casualidad, creo que me la encontré una madrugada por televisión. Además de eso, siempre me ha gustado perderme entre las estanterías de los videoclubs a ver si mi intuición me descubría alguna joya desconocida. Lo mejor es que a veces funcionaba :-)
      Abrazos para ti también.

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  2. Respuestas
    1. Pues espero que la encuentres, pero me da que no será tarea fácil.

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