La semilla y la oruga

Por muchos es sabido mi devoción hacia las historias oscuras y decadentes, sean poesía, o sean prosa, por eso quiero compartirles este pequeño juego en forma de poema experimental que hice dándole un toque infantil.

La semilla y la oruga

Pequeña sin forma definida y de cualquier color,
hoy soy blanca y larga, redonda y negra, en otra ocasión.
A veces alguien me descubre y me convierte en canción,
pero siempre cuando me veas sabrás bien lo qué soy yo.

Liviana soy, la suave brisa me puede transportar,
vuelo lejos hacia cualquier otro lejano lugar,
o en el jardín de al lado, contigo, me puedo quedar,
y cuando crezca, tus grandes ojos podré contemplar.

Como la oruga vivo, ajena y sacrificada,
ignorada por gente que solo busca portada,
muy bien sé yo que nunca seré la más agraciada,
con intensidad vivo, pues deseo ser admirada.

En la tierra húmeda establezco mi morada,
por los alegres rayos de sol siempre calentada,
con el lento pasar del tiempo seré transformada,
en hermosa planta, brillante y bien coloreada.

Ingrato es el destino que la oruga acepta feliz,
espectacular mariposa se convertirá al fin,
esplendorosa atraerá, miradas más de cien mil,
y podrá, ya querida, con su nuevo cuerpo vivir.

Feliz me considero, aún siendo como la oruga,
pocos son quienes miran, y apenas nadie me admira,
hasta que un buen día, como si un milagro se tratara,
brota mi cuerpo en verde tallo que al cielo alcanzara.

Ya soy un fuerte árbol que la gente contemplará,
el pájaro cantando en mis ramas anidará,
y con mis frondosas hojas su casa protegerá,
para siempre su familia conmigo vivirá.
El germen, o la semilla, para seguir jugando con el título, no fue crear un poema infantil, en realidad era un ejercicio de descripción de una semilla, una idea que me pareció interesante ya que a priori no sabía bien como afrontarla, pues una semilla es una cosa que suele pasar desapercibida y no pensamos nunca en como es una semilla. Así pues al ir escribiendo me di cuenta que muchas palabras me estaban rimando, y decidí probar, el poema me pedía algo simple, sin adornos ni florituras, y este es el resultado. Aquí bajo podéis comparar el texto en prosa.
Imagen de una semilla recién germinada, un incipiente tallo verde
Soy pequeña, multiforme y multicolor, a veces redonda y negra, otras blanca y alargada, pero cuando me veas siempre sabrás lo que soy. Mi tamaño me hace liviana para que la suave brisa me pueda transportar lejos, volando el cielo, para aterrizar en algún exótico lugar lejano, o para quedarme contigo en el jardín de al lado. Al igual que la sacrificada, y no muy agraciada oruga, vivo ajena a las miradas, ignorada por la gente que solo busca la belleza, aunque siempre me sienta deseosa de ser admirada. Yo establezco mi morada en lo profundo de la tierra húmeda que me alimenta, que me da el agua que sacia mi sed, tierra por los rayos de sol de día calentada, que me ha de transformar, con el insondable paso del tiempo, en una hermosa planta de vivos colores. Serviré de alimento a esa oruga cuyo ingrato destino acepta orgullosa, pues sabe que se convertirá en una espectacular mariposa de inexpugnable esplendor que atraerá las miradas de quienes la vean volar y posar grácil sobre una flor; ahora, por fin, podrá sentirse querida.
Por eso me considero como la oruga, pocos me miran, nadie me admira, hasta que, como si fuera un milagro, mis verdes tallos comienzan a brotar y se muestran frescos, tiernos, y jóvenes, sobresalientes de la tierra madre en busca de la ansiada luz. Un día creceré, seré mayor, quizás un gran árbol de frondosas ramas en las que los pájaros vendran a anidar, y luciré orgullosa mi planta que todo el mundo querrá contemplar, entonces podré decir que he logrado la felicidad.

Este pequeño juego lo puse en práctica hace un par de años con un discurso de boda que escribí para unos amigos, un texto simpático y totalmente informal para librar al mundo de truños sentimentaloides descargados de internet. Gustó tanto, que la novia me pidió que se lo mandase, cosa que hice encantado, pero también probé a transformarlo en poema, pero ya no le gustó tanto, ni a mí tampoco, pues perdió parte de la esencia original.
Nada más, espero no haberme enrollado mucho con mis historietas personales y os animo a que juguéis vosotros también.

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