La semilla y la oruga

Por muchos es sabido mi devoción hacia las historias oscuras y decadentes, sean poesía, o sean prosa, por eso quiero compartirles este pequeño juego en forma de poema experimental que hice dándole un toque infantil.

La semilla y la oruga

Pequeña sin forma definida y de cualquier color,
hoy soy blanca y larga, redonda y negra, en otra ocasión.
A veces alguien me descubre y me convierte en canción,
pero siempre cuando me veas sabrás bien lo qué soy yo.

Embriagaos de placeres efímeros

Embriagaos

Hay que estar siempre borracho. Todo consiste en eso: es la única cuestión. Para no sentir la carga horrible del Tiempo, que os rompe los hombros y os inclina hacia el suelo, tenéis que embriagaros sin tregua.
Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis. Pero embriagaos.

La primavera de las golondrinas

Sobre el asfalto parecían haber desaparecido para siempre las huellas del crudo invierno, la ciudad comenzaba a despertar de su frío letargo con los ya más que incipientes rayos de sol que bañaban su rostro de hormigón coloreando sus mejillas, y que la dotaban de un aspecto desenfadado y juvenil.

La ventana del Mar

Criatura de andrógina hermosura que gobiernas la tierra, en tu seno acoges la vida y la muerte, de ti provenimos y de ti dependemos, desde mi ventana contemplo tu verde calma de rumores serenos, yo te hablo y tú me respondes con el blanco murmullo vaporoso de las olas rompiendo en la playa, chocando contra las rocas.

El jugador de ajedrez

El parpadeo constante del reloj penetra en mis sienes, aguijoneando mi sistema nervioso con cada mirada furtiva que le lanzo. El reloj, juez y verdugo, mi eterna condena, siento la soga del cadalso, que suave abraza el cuello del condenado minutos antes de exhalar el último aliento, acariciando mi piel. El tiempo retrocede, la espada se mantiene todavía estable sobre mi cabeza, no hay riegos de los que preocuparse; de momento.

Compárteme, utilízame, soy tuyo.

Suscríbete y recibe un super regalo gratis.

* indicates required